Los nombres son una disculpa (o pre-texto) para que las cosas sucedan. De tanto poner nombres a las cosas nos estamos quedando sin ellas. Tal vez sea ya tiempo de invertir el proceso y poner cosas a los nombres, para que los nombres remitan a las cosas que sólo el hablante señala ...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario